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  Tras diez meses de un trabajo concienzudo y elaborado a fuego lento, ponemos en pie nuestra pieza experimental en la que hemos disfrutado como enanas investigando, profundizando en otras formas de contar. En fin, hemos creado una pieza muy nuestra, muy personal sobre la educación y las huellas que nos deja ésta, en la sociedad que nos ha tocado vivir. (El CueRpo iNcuLcadO, NiÑo AlcoHolizado, NaceR para GaNar, Mi ViSión fRente al oTro, y RelaCionaRme me prOduCe DisleXia... son los micromundos en los que hemos tratado de situar este tema).

Nosotras no paramos de maravillarnos de cómo han fluido las cosas para que este proyecto haya podido existir, desde nuestro encuentro casual entre vinos, hasta el proceso de creación: lo fácil y lo bonito que ha sido crear juntas. Podemos decir que en este trabajo Blanca Linek y Mery Dörp se han dejado la piel.
 
  Quizás lo más característico de nuestro tiempo no sea el descubrimiento de nuevas herramientas de forma aislada sino la combinación e integración de todas las disciplinas bajo un sello personal
MaPa deL iMAGINARIO


El proyecto que aquí presentamos, OBstiNados, se ha ido construyendo a través nuestra visión de distintas influencias procedentes de distintos ámbitos. Desde la escena contemporánea resuenan Shiro Takatani, Angélica Lidell, Rodrigo García y Elena Córdoba. Desde video-artistas personas como Naomi Kawase o el colectivo Masbedo nos han acercado al uso del vídeo como propuesta escénica. Desde la literatura Cernuda con su “No decía palabras” o Elfriede Jelinek con Las amantes (entre otros) nos proponen el deseo como motor de la experiencia y el artista Ryuchi Sakamoto nos enseña que: “Todo lo que pensamos es un camino, de un modo u otro”.
Como si de una partitura musical se tratara nuestra metodología sugiere distintas melodías: ideas y conceptualización, investigación sobre el cuerpo y la palabra, el trabajo de derivas a través de foto, video, objetos, instalaciones y puesta en común.
Este proyecto nos sirve para analizar como determinados capítulos de nuestra vida nos han limitado en cuanto a nuestra capacidad de ser personas. Pensamos que no era un caso único y quisimos compartirlo para invitar a otros a reflexionar sobre lo mismo. La película Waking life nos comenta: “El peor error que uno puede cometer es creer que estás vivo cuando en realidad duermes en la sala de espera de la vida”. Esta última reflexión nos ha llevado a cuestionarnos cómo la educación y los pasos que seguimos a lo largo de nuestra vida delimitan nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Vivimos en un mundo rodeados de estímulos constantes donde la persona parece dejarse llevar sin coger las riendas de su propio pensamiento. De ahí la necesidad de hacer un alto en el camino y analizar algunos fragmentos de nuestra educación que por nuestro contexto sociológico (bien por nuestro sexo, nacionalidad, clase social, etc.) nos permita reflexionar sobre la condición humana y nuestra capacidad de decisión. .
 
  Desde el inicio partimos de la idea de micromundos que sirvieran para abarcar los diferentes temas que queríamos cuestionar. Utilizar el espacio fragmentado y el todo, como un puzzle que va encajando sus piezas, o como un conjunto de piezas que aún está por ordenar. Para la creación de estos micromundos nos parecía fundamental el uso de la luz (crear espacios íntimos, sugerentes, vacíos…) para finalmente incluir al propio espectador, dándole la oportunidad de compartir y habitar el espacio creado.

La elección de un universo particular de objetos correspondiente a cada micromundo ha permitido definirlos de forma asilada, a la par que han servido para crear un mapa común. Para ello, hemos escogido objetos y elementos que conformen la puesta en escena y que funcionen como metáforas visuales al tema asociado, creando un imaginario común en el espectador, en el que aparecen recuerdos de la infancia, imágenes y sensaciones experimentadas por el ser humano.

La utilización de nuevas tecnologías como la fotografía y el video proyectados en directo nos sirven como elemento dramatúrgico, para mostrar un punto de vista concreto, amplificando detalles que de otra forma se perderían. De esta manera jugamos con la libertad y la no libertad que un estímulo de estas características puede ofrecer a la hora de decidir qué mirar en cada momento por parte del espectador y conformar así la significación de la pieza.
 
  A través de la investigación de nuevos lenguajes escénicos y performáticos hemos querido ahondar en el peso que la educación tiene en nuestros caminos.
Echar una mirada al pasado y descubrir. Analizar todas aquellas cicatrices que han rodeado nuestro tiempo y que aún lo rodean: la mujer, tal como debe ser, lo que se espera de ella; el hombre, a quien no está permitido sentir; la competición feroz; el miedo a lo ajeno, al extranjero y nuestra incapacidad para relacionarnos en una sociedad más individualista cada día.
Como un relevo que se ha pasado generación tras generación y que no nos ha permitido ver más allá. Esta pieza es un “hasta aquí hemos llegado”. Lo he visto, lo he sido y no lo quiero, no soy yo. Obstinados en trazar nuestro propio camino, como Herman Hesse, compartiremos un pasado impuesto, una educación que nos limita, para mirar las cosas desde otra perspectiva.
 
 

Agradecer con todo el alma, en primer lugar, a nuestros colaboradores (sin los cuales habría sido imposible levantar esta pieza: Suh-Güein -por su arte, su esfuerzo y su gran conocimiento-, Marco Krahe -por el privilegio de contar con una música original cojonuda- y Marcos Gándara -por su apoyo, implicación, y sus quebraderos de cabeza resolviendo los obstáculos del video-), a Cuarta Pared -por cedernos la sala de ensayo y el Teatro más especial de Madrid para la grabación-, a Manuel P.Pavón -por sus proyecciones-, a Jack -por las fotos- y a María -por su ayuda-, a Adrián y Carolina: Producciones invisibles -por la grabación, el encuentro y sus derivas-, a Tino -por aparecer como una mago con el atrezzo más difícil de encontrar, su apoyo y su ayuda-, a Belén de Santiago y a Fernando Molina -por elevarnos en tacones de aguja y cedernos esas máscaras tan increíbles-, a Sara Mateos -por sus maravillosos diseños-, a Juan Manuel Recover y Teatro de la Luna -por su eterna generosidad, por su apoyo y por transportarnos- , a Natalia Narbón -por su fiel apoyo y cariño y también por los viajes-, a Cristina y Julio Arenas -por ayudarnos cada vez que lo hemos necesitado-, a Isidoro Escobar y Esther Corchero -por hacer factibles nuestras proyecciones-, y a Pilar Lafuente -por ese trastero que ha ido alimentando el mapa de nuestro imaginario-.

Es maravilloso contar con tan buenos amigos y grandes profesionales.

 
 

Colectivo MaPa deL iMAGINARIO.